La dermatitis en gatos es un cuadro clínico que nos llega con bastante frecuencia a nuestra clínica veterinaria. La dermatitis en gatos, particularmente la dermatitis tipo miliar es un cuadro clínico cutáneo de origen multifactorial. El problema inicial es determinar el origen de dicha dermatitis ya que puede ser provocado por reacciones de hipersensibilidad a alérgenos ambientales, a infecciones e incluso a reacciones autoinmunes.
La dermatitis miliar es una alteración que cursa con prurito en los gatos; presenta 4 patrones: dermatitis facial y del cuello, dermatitis miliar, placas eosinofílicas y alopecia bilateral simétirica autoinducida. La dermatitis miliar presenta múltiples pápulas eritematosas debidas a una reacción de hipersensibilidad. ‘Las pápulas constituyen la lesión primaria que, al provocar prurito de intensidad variable, pueden evolucionar a lesiones secundarias debidas al traumatismo autoinducido por el animal, tales como alopecia y heridas’.
No hay ningún tipo de predisposición a sufrir esta dermatitis en gatos; ya que ni la raza, ni el sexo, ni la edad son un factor determinante. Si bien una alergia suele ser el desencadenante de la dermatitis no siempre es así. Los ectoparásitos (pulga, mosquito, etc) suelen ser también el origen de la dermatitis en gatos; su tratamiento suele ser el más efectivo mediante ovolarvicidas y adulticidas que eliminan el parásito, además también se administran corticoides de forma temporal para reducir el prurito. En los casos en que la alergia sea de origen alimentario hay que indagar que componente de la dieta lo provoca, lo que puede llevar su tiempo pero una vez determinado se elimina de la dieta y se soluciona el problema. Más complicadas de tratar son las dermatitis producidas por los ácaros que causan distintos tipos de sarna.
Como la dermatitis puede ser provocada por distintos factores es muy importante determinar en la fase inicial el origen de la misma y por tanto es necesario realizar una exploración clínica exhaustiva del gato (labor no siempre fácil a realizar por humanos que no son de la confianza del gato-paciente en una clínica veterinaria…) para determinar de forma específica el origen y de esta manera acertar tanto con el diagnóstico como con la solución al problema. Vía Affinity Petcare. Fotografía: Caleb Woods